Excursión Masías de Ejulve y Sendero Botánico val de Molinos

Los días 8-9 de mayo nos han visitado unos amigos de la UP de Albacete.

Algunos ya los conocíamos, de un viaje que el año pasado nos organizaron a la Serranía de Cuenca. Mucho nos beneficiamos de estas relaciones, porque nos facilita conocer a gente de otros lugares, sus actividades, disfrutar del buen ambiente y alegría. Ellos nos aportan las costumbres de su tierra y nosotros de la nuestra.

Queríamos que conocieran un poco del paisaje de nuestro entorno y el día 8 sábado los llevamos a hacer la ruta de las Masías de Ejulve.

Lo primero que vimos desde el autobús fue el monte quemado del incendio de este verano, muchas hectáreas de tierra quemada que tardaran años en recuperar su belleza.

El punto de partida de la ruta está en 1000m. de altitud rodeado de pinos Laricios.

Carmen la guía, nos contaba la vida de los masoveros , del aprovechamiento que se hacía de los recursos naturales.

En las fachadas, los marcos de las ventanas y puertas se pintaban de azul para que entrara mas luz.

Colocan piedras de sal para el ganado.

La economía de las masías se basaba en la agricultura, ganadería y aprovechamiento forestal, basándose en un modelo de gestión sostenible del territorio.


Las masías son construcciones rurales fuera de los núcleos urbanos, utilizadas de vivienda y destinadas a la explotación agraria, ganadera o mixta.

En la Masía del Sartenero, hacían tejas para ellos, para otras masías e incluso para el pueblo.

En los años sesenta se cortaron muchos nogales para hacer muebles, y era costumbre de que las nueces que caían en el bancal vecino, el cincuenta por cien era para el.

Con el fruto de las acerollas, se hacia un vino riquísimo que se bebía en la siega.

Utilizaban para su construción, los elementos que encontraban cerca arcilla, barro, piedras...

Para iluminar las estancias utilizaban la tea de los pinos.

El agua de la lluvia se recogía en aljibes de las escorrentías de los tejados.

Las Masías del Maestrazgo están declaradas Patrimonio de la Humanidad.

En el recorrido pudimos apreciar toda la riqueza vegetal y también en el barranco del Torrejón la "Peña del Indio"

En la ruta encontramos:

Pino silvestre.

Chopos cabeceros.

Guillomos.

Sauces.

Saúcos...

La marcha era lenta, pero lo importante no era correr sino disfrutar del paisaje y aprender de lo que nos iban explicando.

Comimos en la Masía los Barrancos un menú excelente y un ambiente inmejorable. Esta masía quedo deshabitada en el 1962, en el año 2005 el departamento de Medio Ambiente inició larehabilitación para uso ecológico.

Después de comer estuvimos visitando las Grutas de Cristal en Molinos, nos gustaron un montón. Estas grutas fueron descubiertas por un equipo de espeleología en el año 1961, también visitamos el pueblo muy bonito y pintoresco.

De vuelta, en el autobús, llevábamos mucha alegría cantando jotas y canciones manchegas.

Cenamos en el hotel Santa Bárbara con buena comida, charla, risas y buena compañía. Continuamos en ITACA la fiesta con canciones, juegos y sobre todo muy buena armonía. Terminamos mas pronto de lo que hubiéramos querido, porque al día siguiente teníamos otra caminata.

El domingo los llevamos al Sendero Botánico val de Molinos, este sendero tiene una gran riqueza vegetal autóctona, ya que aquí se halla casi toda la vegetación que tiene Andorra:

Campos de cultivo tradicionales.

Vegetación de monte mediterráneo.

Pequeño bosque de ribera.

Subimos hasta el mirador y desde allí contemplamos el verde paisaje primaveral y tranquilizador.

Al finalizar el sendero, unos se fueron a comprar productos de la tierra como el aceite, jamón, queso... Otros prefirieron ir a visitar el Museo Etnológico.

A las dos y medía nos fuimos a comer de nuevo a Santa Bárbara, la comida transcurrió en un ambiente muy agradable. Final de comida con tarta y cava, obsequio de un compañero que cumplía sesenta años, un broche de oro.

Despedida, y a esperar la próxima excursión.

Alicia, muchos besos de tus compañeras.